CREACIÓN DE PRESUPUESTOS Y AHORROS
CREACIÓN DE PRESUPUESTOS Y AHORROS
Pregunta rápida: De repente, sucede algo y necesita $700 ahora mismo. ¿Cómo responde?
A. Ups. Qué problema.
B. Espero que le quede saldo a la tarjeta de crédito.
C. Puedo afrontarlo.
Hay una gran diferencia entre la respuesta C y las otras dos. Es la tranquilidad que nos da tener un fondo de emergencia. No se trata solo del dinero; sino también del alivio que este aporta en situaciones difíciles.
Ya sea un gasto médico inesperado, una caldera averiada o una reducción de personal en el trabajo, no tener suficiente dinero en efectivo puede hacer que las cosas sean 10 veces más estresantes. Pero con un fondo de emergencia, podrá respirar un poco más tranquilo gracias a su red de seguridad financiera.
Por qué muchos de nosotros no tenemos un fondo de emergencia
Lo entendemos. Ahorrar para emergencias no es nada fácil. Estos son algunos motivos por los que muchos de nosotros no hemos comenzado a hacer uno.
¿Cuánto dinero conviene conservar en un fondo de emergencia? La regla general es ahorrar lo suficiente para cubrir entre 3 y 6 meses de gastos. Si tenemos en cuenta las cifras promedio de los hogares anteriores, eso supone alrededor de $20,000 a $40,000 para muchos de nosotros. Para encontrar el importe adecuado para usted, considere las necesidades particulares de su hogar, como el número de personas, el tipo de ingresos (regular o esporádico) y su nivel de comodidad personal.
Por qué es importante tener un fondo de emergencia
Cuando reserva dinero para tiempos difíciles, protege su billetera y su tranquilidad. Por ejemplo:
Cómo crear un fondo de emergencia (incluso si tiene un presupuesto ajustado)
No deje que lo perfecto sea enemigo de lo bueno. Empiece ahorrando $500 o $1,000 y vaya sumando hasta alcanzar un importe semejante a 3 a 6 meses de gastos. Incluso un pequeño colchón puede marcar una gran diferencia en sus niveles de estrés cuando surge una emergencia. Estas son algunas ideas para poder comenzar:
Su fondo de emergencia le ayuda a prepararse para lo que le depare la vida. Imagínese el alivio de no tener que preocuparse por cómo pagará gastos inesperados. Ese es el beneficio emocional de un fondo de emergencia, que vale cada centavo.