Cómo volverse adulto como un profesional: Seis consejos de banqueros reales

Cuando uno es un adulto joven, tiene mucho que aprender. ¿Dónde consigue un montón monedas de 25 centavos para lavar la ropa? (Respuesta: en una sucursal bancaria). Si aún tiene cheques, eso significa que todavía hay dinero en su cuenta, ¿no? (Respuesta: Lo sentimos, no, pero siempre puede consultar su saldo en línea o con nuestra aplicación).

Esas son solo pequeñas cuestiones. Lograr la independencia financiera es un desafío aún más grande. Los adultos jóvenes (y muchos mayores) necesitan ayuda para administrar su dinero. Por ello, les pedimos a nuestros banqueros de todo el país sus mejores consejos. Esto es lo que dijeron:

1. No se avergüence de pedir ayuda.

Usted es bueno en muchos aspectos. Si el dinero no es uno de ellos, está bien. Es algo en lo que nosotros somos realmente buenos. Visite una sucursal de Flagstar y siéntese con un banquero, de forma gratuita, para analizar diferentes cuentas, presupuestos, gestión de deudas y más, para que se sienta seguro acerca de sus decisiones financieras.

2. Adquiera el hábito de ahorrar, de la forma más fácil.

El truco para empezar un nuevo hábito es hacer que sea fácil. Configure transferencias automáticas para transferir dinero a su cuenta de ahorros cada mes o cada día de pago. Comience con cualquier cantidad y luego siga haciéndolo según sea necesario. Incluso $5 a la semana se convierten en $260 al año, y $100 al mes se convierten en $1,200 al año. Cuando su dinero está en ahorros, está fuera de la vista, por lo que se siente menos tentado a gastarlo. Además, ver crecer su saldo puede motivarlo a seguir ahorrando.

3. Prepárese para situaciones hipotéticas.

¿Qué sucedería si su automóvil se avería, lo despiden o se le presenta una oportunidad fantástica? Luego, está ese verano en el que tiene 20 años y asiste a una boda cada dos fines de semana, lo que se vuelve costoso rápidamente. Una cuenta de ahorros saludable puede salvar vidas.

4. Descargue una aplicación de presupuesto que realmente usará.

O use marcadores rosas y verdes y cartulina si ese es más su estilo. Un presupuesto muestra cuánto dinero entra y sale, y le permite controlar sus finanzas. Cuando ve todo en un solo lugar, puede decidir gastar menos en X para poder pagar Y, o idear un plan para alcanzar ese gran objetivo. Confíe en nosotros: hacer un presupuesto es mucho mejor que cruzar los dedos y esperar que las matemáticas hagan lo suyo mágicamente.

5. Cuide su crédito como si su vida dependiera de ello (porque en cierto modo así es).

Lo que haga hoy con su dinero puede tener un gran impacto en su futuro. Demasiadas deudas y pagos atrasados pueden reducir su calificación crediticia. Luego, cuando solicite un préstamo para comprar un automóvil o una hipoteca, pagará una tasa de interés más alta, lo que le costará cientos o miles de dólares más. O, peor aún, la entidad crediticia se lo niega.

Mantenerse dentro de su presupuesto no es fácil, en especial, cuando ve a sus amigos viviendo sus mejores vidas en las redes sociales. Decida qué es importante para usted, haga todo lo posible para cumplir con su plan y comprenda que comprar algo ahora podría retrasar sus objetivos aún más.

Si tiene una cuenta corriente o de ahorros en Flagstar, puede verificar su calificación crediticia en cualquier momento sin afectarla.

6. Hable con sus hijos sobre el dinero

Nunca es demasiado temprano para enseñar buenos hábitos financieros, y vale la pena el esfuerzo. Los padres de hoy apoyan a sus hijos hasta los 30 años, así que siente las bases ahora para prepararse tanto usted como su hijo para un futuro brillante.

Enséñele sobre deseos, necesidades, objetivos y presupuestos. Abra una cuenta de ahorros diseñada solo para niños y luego dele espacio para cometer errores. (Tenemos también una cuenta de cheques para estudiantes, para estudiantes mayores de 18 años). Ayúdelo a establecer un objetivo, hacer concesiones para alcanzarlo y celebrar cuando lo haga. Además, analicen juntos el costo total de una compra. Comprar una motocicleta implica más que el costo del vehículo. Hay que considerar también el seguro, la gasolina, la ropa necesaria, las licencias y el mantenimiento.